Es una técnica que consiste en la inyección local de distintos productos con efecto masa, con el fin de corregir una depresión, cicatriz, surco, arruga o, simplemente, aumentar el volumen de la zona inyectada (labios, pómulos, mejillas o mentón). Los materiales pueden ser reabsorbibles o permanentes.
Cada producto tiene características diferentes que les hacen más o menos apropiado para determinada zona o característica del paciente. Este tratamiento requiere muy pocos cuidados: durante algunos días hay que aplicar protección solar. Se puede poner frío sobre la zona tratada, así como pomadas contra los hematomas.
El resultado final no se puede valorar inmediatamente, sino pasado cierto tiempo. Los efectos secundarios suelen ser muy leves: inflamación, pequeños hematomas y, excepcionalmente, rojeces y pústulas (espinillas).
La durabilidad del efecto dependerá del material utilizado. El efecto más beneficioso de estas técnica es la medicina preventiva. Ir aportando a la piel aquello que va perdiendo con el paso del tiempo antes de que haya que recurrir a técnicas más agresivas.
Estos materiales también se utilizan para realizar un aumento de volumen de los labios: Consiste en mejorar el volumen de los labios, bien corrigiendo defectos o asimetrías o simplemente para aumentar su volumen y mejorar su aspecto estético. El médico estético explorará la forma y el volumen de los mismos y explicará qué resultados son factibles. Para obtener la máxima naturalidad, es importante mantener las proporciones entre labios propias de la etnia del paciente.